sábado, 13 de febrero de 2016

AMARILLO

Haciendo un gracioso juego de psicología en la que hay que buscar los nombres de los colores en una sopa de letras, dicen que te identificas con el significado del primer color que encuentras. Yo encontré el color amarillo y este es el resultado:

Amarillo

"Te caracterizas por ser un apersona muy emotiva y sentimental, con un interés auténtico (y en algunos casos exagerado) por las necesidades de los demás. Eres el tipo de persona que siempre está dispuesta para ayudar a resolver, dar consejos, dar detalles, etc. Eres muy hábil para percibir lo que necesitan las demás personas, pero paradójicamente, en algunos casos te cuesta mucho identificar qué es lo que tú quieres. Tu principal reto es aprender a recibir. Durante mucho tiempo has dado mucho y en algunos casos es posible que te hayas negado a la abundancia que el universo quiere entregarte. Recuerda que todo lo que das ha de volver a tí, por eso en este momento declara con amor que aceptas y mereces todo el amor, las bendiciones y la prosperidad que están por llegar a tu vida."

No dejaría de ser anecdótico si no fuera porque el trabajo personal que estoy haciendo y reflexionando va en esa línea. No he sido consciente de lo importante que eran "los otros" en mi vida. Cómo cumplir sus expectativas y hacer realidad sus deseos o necesidades se convirtieron también en mi principal deseo hasta el punto de que perdí el norte de hacia dónde se dirigía mi vida.

La exigencia y la autoexigencia por llegar a resolver todos los problemas de "los otros" me hicieron olvidar cuáles eran mis metas, cuáles eran mis deseos y cuáles mis necesidades.

La ansiedad y la enfermedad se convierten en inseparables compañeras de viaje y ya tu único reto es intentar conseguir la suficiente energía para seguir andando, llevando en las espaldas las mochilas propias y ajenas.

ES TIEMPO, ES EL MEJOR MOMENTO para aprender a recibir, tal y como dice el texto. Recibir las atenciones que hasta ahora no he creído merecer, recibir las ayudas y apoyos sin miedo a decir que los necesito, recibir el cariño y el amor, no porque esté haciendo méritos, sino porque me pertenecen si más.

Me estoy deshaciendo de los miedos, me estoy deshaciendo de los problemas que no son míos, me estoy deshaciendo de los enfados por cosas que no los merecen, me estoy deshaciendo de las personas tóxicas que se enganchan a tu fuerza interior y las dejan bajo mínimos, me estoy deshaciendo del deseo de agradar para esperar recibir y luego quedarme sin nada. En definitiva...me estoy deshaciendo del lastre que me enraizan en los problemas de los demás y no me deja centrarme en la serenidad.

Me deshago de todo lo que no necesito para vivir en armonía, de todo aquello a lo que no me vinculan emociones reales, sino imaginarias, para dejar hueco a todo lo bueno que está por venir...si no está ya aquí.

Estamos gobernados por los esquemas mentales aprendidos en nuestra infancia, llegando incluso a gobernar nuestras vidas convirtiéndose en auténticas trampas que condicionan cada acto, cada pensamiento y actitud. Aprender a eliminar estos patrones o esquemas es el objetivo en el que estoy trabajando. Liberarme de los prejuicios, miedos y ansiedades que minan mi paz mental. Complejo de inferioridad, desconfianza, dependencia emocional, el control...y un sin fin de trampas mentales que coartan nuestra paz.




Con alas amarillas que brillan en la oscuridad, así está mi consciencia, buscando auxilio y superación para poder estar en PAZ conmigo misma y con quienes me rodean.






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