domingo, 15 de marzo de 2009

Semana Santa


Tu última foto fue un martes santo. Solíamos bajar a Ramón y Cajal a ver pasar la hermandad del Cerro del Águila, le tenías especial cariño porque delante de la Virgen de los Dolores te casaste con mi madre. Ese día fuimos tú, mis niñas, que apenas recuerdan el día y yo. Al poco de estar esperando pasar la cofradía, fuiste a comprar un banquito para sentarte, estabas cansado, ya no podías mantenerte mucho de pie, pero eras muy orgulloso para reconocer que no estabas bien. Dijiste que era para que se sentaran las niñas... Las cosas del destino...estando allí, aparecieron tus hermanas, algunos de tus sobrinos, mi madre, algunos de mis hermanos y, como todos los Anisis, nos pusimos a hablar sin parar, a voces, sin escucharnos ninguno, hasta que alguien dijo que era la primera vez en muchos años que estábamos tantos miembros de la familia juntos y de repente, alguien tenía una cámara de fotos y ¡flash! quedó para la posteridad...¿Quién iba a imaginar que esa sería la última foto que nos haríamos juntos? ¿Quién se iba a imaginar que esa sería tu última foto? El viernes santo, recuerdo que estabas sentado en el sofá con mis hijas, peleando por el mando: las niñas querían ver dibujitos...ya estaban hartas de ver la Semana Santa en "palco Giralda" como tú lo llamabas y ellas, peleaban para quitarte el mando, te cabreabas en broma con ellas y te seguían el juego...yo salí a ver la hermandad de San Isidoro, en la calle Placentines, mi buen amigo José Miguel sale en ella, sólo estuve fuera hora y media, pero cuando volví ya te encontrabas mal. No sabías expresarlo, estabas inquieto y tosías sin parar. Le dije a mi madre que no me gustaba la tos que tenía, me recordaba a la tos asmática de mi hija mayor, quise llevarlo al hospital, pero se negó en rotundo. Cuando fue empeorando, llegó mi hermano Marcos y le obligamos a montarse en el coche. Yo me quedé con las niñas para que no se dieran cuenta de nada...estuve esperando horas...no llegaban llamadas...justo al llegar al hospital, sufriste una parada cardiorrespiratoria, tuvieron que darte reanimación e intubarte, te indujeron el coma porque querías quitarte el tubo y te daban repetidas paradas cardíacas. Ya no volvimos a hablar...a los 5 días de lucha, porque luchaste, falleciste. Pero eso lo contaré otro día. Ahora esos recuerdos de Semana Santa agradables que guardo desde mi infancia: Recuerdo esas madrugadas de Jueves Santo, En la que me levantabas para ir a ver a la Macarena en la calle Cuna, como me incitabas a cogerle un clavel del paso, pues decías que a una niña no le iban a reñir y luego lo guardabas como una reliquia. Recuerdo el éxtasis que sentías viendo al Gran Poder...siempre le rezabas e incluso contabas que un año pudiste salir de Nazareno. Eso no lo sé ¡Eras un experto trolero! Recuerdo una madrugada en las sillas, en la que te llevaste una manta. Todos estábamos muertos de la vergüenza, pero tú bien calentito...jajaja...a eso de las 4 de la mañana te estábamos rogando para que nos dejaras un trocito de manta y tú te reías. También fuiste el inventor anónimo de llevar sillitas para ver cofradías ...sí, tú. ¡Hace ya tantos años! Llevabas un banquito de la playa, te sentabas en primera fila a esperar que pasaran los nazarenos y cuando pasaba la cofradía te levantabas. Si no estábamos en primera fila, cuando llegaba el paso, te aferrabas a mi hombro, te ponías de pie en el banquillo y lo veías de miedo. Nosotros, tan diferentes a tí, pasábamos una vergüenza terrible, pero luego te pedíamos el banquito, al igual que la manta y ahora....¡Cuántos banquitos se ven en las calles! Tú lo inventaste. Y eso sólo lo sabemos la familia y tú. Adoro esta Semana Santa nuestra porque me enseñaste a quererla, me contabas las anécdotas de las hermandades, me hacías fijarme en los detalles, íbamos a las iglesias, los besamanos, el olor a incienso y el humo en la cara porque siempre me empujabas para colocarme la primera...me enseñaste a pedir caramelos, a perder la timidez y hacer bolas de cera. Tradiciones que intento pasar a mis hijas. ¿Sabes? Además de mi hermano Marcos, ese al que tú y yo hicimos capillita, de Álvaro y Cristina, que también disfrutan de la Semana Santa, tu nieto Álvaro, al que por un sólo mes no llegaste a conocer y que en tu honor también se llama Ramón, es un auténtico apasionado de la Semana Santa. Es una enciclopedia andante con tan sólo 6 años. ¡Es impresionante!¡Te deja con la boca abierta! Reconoce cualquier foto de Virgen o Cristo, te dice de qué hermandad son, de dónde salen, cuándo...y es tan cofrade que sale de nazareno en la Paz. El único de tus hijos que pasaba de la Semana Santa es ahora el que más "pringa" pues tiene que llevar a su hijo a todos los eventos...¿Te imaginas a Moni en todas las iglesias, besamanos, besa pies, todos los días en la calle viendo pasos? ¡Pues sí, imagínatelo! Jajajaja..., pero es tan bueno, que hace lo que sea por su hijo y, lo mejor, es que Alejandro, el segundo, también nos está saliendo cofradiero. Te reirás desde dónde estés....nunca mejor dicho...¡Qué cada uno aguante su San Benito! Besos, papá.






3 comentarios:

  1. ¡Qué bien continuar la tradición! No pueden perderse las buenas cosas;yo deseando ver un "pasito" en la calle;creo que la primera va a ser la Virgen de Todos los Santos de Omnium Sanctorum,calle Feria,casi "ná".Oh,no...la primera será la Virgen del Rosario de la Macarena o la de san Vicente...qué buen otoño.
    Espero estar acompañada por...mucha gente,jaja.

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  2. Si es Semana Santa y en Sevilla...habrá mucha gente.
    Cualquier cosa que huela a incienso nos gusta....¡Guay!

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  3. hey!! mami me gusta mucho tu blog y me he hecho ``socia´´ por eso no quiero que dejes de escribir este blog...por que es la caña!!
    besos,te quiero (y como me dice isabel...)intensamente... =)

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